Afuera
- Ancko (MAMUM)
- 26 ago 2021
- 4 Min. de lectura
Saben... apenas disponiéndome para escribir esto me doy cuenta que... no me gusta el afuera; es tan no mío, es tan no de ellos, es tan no de nadie que es un abuso creer que hace parte de uno, es que hace parte de muchos y el afuera de mi barrio siempre es tomado por unos cuantos que creen que el afuera es la extensión de su piso, y me hacen participe de su intimidad... realmente no me interesa ser parte de la intimidad de este afuera.
Vivo en un barrio abarrotado de casas, todas muy cerca unas de otros, incluso hay unas cuantas casas que van bajo el nivel del anden, razón por la cual la gente piensa que vivo en un 2do piso, cuando no, vino en un tercero, pero hay que mirar hacia abajo para darse cuenta. Todo es tan unido que la intimidad de mis vecinos se cuela siempre por las paredes. El olor a la arepa quemada a las 10am los sábados de la vecina de abajo, los martilleos del vecino de al lado que siempre me hacen descubrir que acaba de llegar el domingo, la música, a todo lo que da, de los 3 vecinos de al frente, quienes compiten por saber quien puede poner su canción más duro; los cantos de iglesia del vecino que nos cree cristianos a todos y saca su micrófono para dejarnos saber que "el espíritu de dios se le mueve"; o los hijos del vecino que juegan en mis escalas, "que linda la infancia" dicen, hasta que pelaitos que no son tuyos gritan justo afuera de tu casa; aaahhh y no faltan las noticias de la vecina de la izquierda, cuando, los alaridos de su casa, me levantan a las 2am para notificarme que alguien a muerto. Soy participe de sus ruidos, sus chismes, sus malas noticias, sus olores, y no lo pedí. No quiero saber si suena más duro el vallenato de Diomedez o el reguetón de Bad Bunny. No quiero saber que "Dios esta aquí y que hermoso es". No quiero oler sus errores culinarios. Aaaahh y no me quiero enterar a qué horas se bañan, pero lo se, se baña a las 4:30am, a las 7:00am y otra ultima vez cerca de las 9:00am. Suena evidentemente más fuerte Diomedez, y dios esta aquí los miércoles y los sábados en la tarde, y uno que otro viernes. Especialmente no quiero pedir permiso para bajar por mis propias escalas porque hay un ejercito de escuincles llenándomelas con sus corotos.
Mi cuadra tiene unas cuantas tiendas que frecuento poco y que abandono casi corriendo, no me se el nombre de nadie, no socializo con nadie, no me gusta hablar con mis vecinos, no me interesa saber quienes son; pero al parecer el interés no es correspondiente porque... ellos saben quien soy, saben que vivo sola, que no salgo; y lo se porque cada que saco la basura, la doña de al frente me ofrece sus revistas diciéndome: "Aaahh como vive sola puede necesitarlo, me avisa y yo le llevo el pedido". Saben que me visitan 2 hombres con frecuencia últimamente, y seguro creen que ligo con los dos, que tengo uno que llega en moto en las tardes y otro que llega en Uber en las noches. "Golosa" pensaran. !pero no!
No se que pasaba antes, cuando vivía con mi familia sabia el nombre de todos. Iba por azúcar donde Doña Amparo, me ladrada el perro de Don Ovidio, jugaba con Juan Pablo y Estefanía de al frente, íbamos a la tienda de la gruñona de Doña Alba para fiar el almuerzo y a que nos enviaran con mensajes de advertencias estúpidas que jamás le dije a mi tía. Todos sabían que tuvimos un perra que se llamó Candy, que me mordió Rony, que pisé un pollito de colores y que al parecer les da depresión porque el de Estefanía se murió a los días.
Entendí que mi ventana al exterior era mi familia, que cuando decidí vivir sola fue como si decidiera vivir hacia adentro, y ahora simplemente no se como se llama la que quema las arepas, los de la bulla, el cristiano o la demalas, ni siquiera la chica de la tienda que siempre se esta pintando las uñas cuando voy. Recorro esta calle recta mirando hacia el frente, viendo de vez en cuando uno que otro balcón que me parece particularmente bello, y finalizando mi recorriendo en la virgencita de la esquina que esta diagonal a la casa del señor que expone una cartelera en su puerta que versa "El infierno si existe". En esta esquina la gente se persigna, el vecino saca su bocina para gritarnos que moriremos quemados por guaracheros, neas, viciosas y pecadoras y... ante todo esto yo solo paso, con mis audífonos en los oídos, mirando al frente, esperando llegar a mi casa para que mi vecino de abajo me diga: "Tan linda como la espera su gata". Ramona siempre delata mi ausencia esperando en el ventanal.
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