La pugna
- Ancko (MAMUM)
- 6 ago 2024
- 2 Min. de lectura
No me avisaron que fuera tan ardúo el amor después del amor.
No se me dijo que era una guerra.
Sí, batalla tras batalla para seguir nutriendo al amor.
Porque el amor pide, exige, demanda.
Hemos sido él y yo, malheridos, enfrentamiento tras enfrentamiento.
Armandonos con palabras pero sin armaduras
Saliendo a la guerra así, a pecho pelao', esperando la bala, la flecha, la espada o lo que venga.
Vos y yo... Con afiladas palabras
Con sentencias en nuestras sílabas
Arrastrando las letras.
Sin yelmo.
Sin escudo.
Con las manos vacías...
Esperando resolver esta maraña, llamada amor.
Las palabras se cansan, como se gasta el filo de la daga.
El amor se abre paso.
Ha sesado la batalla y no ha ganado nadie.
Nadie excepto el amor,
Que se ha nutrido de los acuedos, de los esfuerzos, de la sangre derramada en el frente.
Ese terreno que odiamos, pero que nos ha hecho crecer. Bien o mal, este ha sido el campo que nos ha forjado.
Perdóname, ayúdame.
Quiereme, deséame.
Reconoceme, acompañame.
Siénteme, valórame.
Lo hemos aprendido en estas guerras.
El amor después del amor es complejo.
Hay que regarle,
Valorarle,
Mimarle,
Hablarle,
Expresarle sin filtros.
Después del amor hay amor.
Uno inmenso, incondicional, totalmemte decisivo. Es nuestra decisión ser el compañero de vida del otro. Deja de ser el destino, deja de ser cupido, dejan de ser los astros.
Soy yo decidiendo cada día por vos.
Sos vos en vez del resto.
Sos vos a pesar de todo.
Soy yo decidiendo ir y volver de la guerra por vos.
Soy yo deciendo ir y volver de la guerra, amandote más.
Perdóname.. grita esta herida veterana de guerra, llevando a cuestas los vendajes y los menjurgues para alivar tus heridas, querido sobreviviente de guerra.
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