Reconocimiento de mi imagen en la memoria del otro
Mi “yo” desde la otredad
“Como actor, uno interpreta personajes y si te sumerges lo suficiente en esos personajes te das cuenta de que tu propia personalidad es bastante ligera, para empezar. Y entonces de repente tienes esta separación donde piensas:
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“¿Quién es Jim Carrey?”
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“Oh, él ni siquiera existe en realidad.
Sólo existen manifestaciones relativas de consciencia apareciendo. Y luego alguien te da un montón de ideas. Te dan un nombre, una religión, una nacionalidad y los agrupan en algo que se supone es una personalidad.” (Jim Carrey,2017)
Jim Carrey sufre esta crisis a raíz de varios problemas acontecidos ese año en su historia, pero este no fue más que el detonante que revelaría la consecuencia de una afamada técnica actoral: El método Stanislavski. Este truco actoral parte de una premisa base: la actuación debe ser natural; y para ello el actor, sabiendo que interpreta a alguien más, busca en sus memorias, SUS MEMORIAS, no las memorias de su personaje, un momento que le ayude a aflorar el sentimiento que necesita representar, de esta forma la emoción no sólo aparenta ser real, sino que lo es. Como consecuencia de este método se ha encontrado que el proceso mental que hace el actor puede empezar a confundir su historia, su personaje se alimenta de su vida real, y pronto él es realmente el personaje que interpreta, sin posibilidades de salir, perdiendo su identidad y asumiendo múltiples. Cuando ya no hay más vida que el actor le pueda ofrecer a su personaje, sus personajes se alimentarán entre sí, hasta el punto en que el personaje se pierde a sí mismo.
Es en este punto donde empiezo a entender que mi “yo”, la que pienso que soy, es muy diferente a las que los demás tienen de mí, y esa que cada cual conoce, está sustentada bajo un marco histórico muy distinto al que yo verso. Es entonces donde este descubrimiento detona mi verdadero foco de interés, el cambio de estilo era solo una excusa para averiguar, cuál era el recuerdo base que tenían los otros sobre mi y que historia contaba ese “yo” que era tan ajeno a mi.