Avenida G---

Se dice que nos hemos escrito los encuentros con todos aquellos que nos rodean, como citas, para reencontrarnos usando otro personaje en la vida siguiente.

Cuando te vi no entendí de qué se trataba ese encuentro,

es más, por alguna extraña razón estuve evitandolo.

Aún así, desde lejos ya sentía el magnetismo,

aunque lo dejará pasar, sentía el magnetismo.

Te quedaste en mi mente unos segundos, sin razón aparente, más que... ese ser divino que sos en este vida.

Pero de nuevo la energía del dia siguiente, te evitaba, como posponiendo algo que se presentía ya venir.

Me quedé atrapada en ese lugar donde siempre me he sentido bienvenida, con una amarga sensación que me pedía huir. Pero me quedé.

Volví a verte.

Y lo mismo: Nada... pero la brújula seguía apuntandote.

Risas, cuidados, miradas y más risas.

Pero el momento del "Adiós" ya había sido programado.

Te esperé en aquella esquina para nuestra despedida,

Te abracé,

Y fue ahí donde lo supe: Este era nuestro momento pactado, nuestra cita, justo para este momento, en esta esquina; un abrazo que se traducía en: "Hola, en esta vida lo hago bien, y adiós, querido."

Sé que eres un alma que no ha recorrido mucho conmigo,

sé que las vidas a tu lado, o la vida a tu lado, han sido escasas y cortas.

Sé también por esa frase en ese abrazo, "Si tu no vienes, yo voy", que seguramente en otras vidas he faltado a la cita.

Gracias por asistir a esta corta cita en esa esquina nocturna, de 3 frases de duración.

Me encantaste. Me encantaste la vida.

Gracias por llegar a tiempo,

y a pesar de que quise evitarlo, ahí estuve, para saber que sigues bien, y decirte nuevamente....

Adiós.

Si llegasemos a pactar otra cita juntos, prometo sea un poco más extensa,

al parecer en esta vida tenemos prisa para llegar a lados opuestos.

Valió la pena nuestro encuentro, esta vez.... si llegué.