JEML

¿Han tenido de esos amores de infancia? ¿esos que parecen ser muy, muy dulces? ¿esos en los que no sabemos qué es un novio, ni nos importa?

Mi "romance" con este chico era... eso... más comillas que romance,

éramos muy chicos como para saber de amor,

pero muy curiosos como para pretender que no éramos cualquiera el uno para el otro.

Como si fuera poco, no solo era que éramos muy chicos,

es que era prohibido esto,

esto de sentir entre nosotros... Éramos hermanastros,

se supone no tener estas aventuras con tu hermanastro, con tu hermano.

Las visitas a su casa eran simplemente hermosas, muy ingenuas,

no recuerdo con exactitud cómo empieza todo,

pero aun tengo en mi memoria esa escena, tendría unos 8 años, él un poco mayor,

Y jugábamos en la biblioteca de su casa, a las escondidas,

nos escondíamos de nuestra hermana menor,

Y no sé, él me abrazaba, estabamos ahi, al lado de sillón, mientras yo me cubría con él, y él se asomaba para pistear a su hermana, y sin más... Nos besamos.

Un beso soso, inocente, ingenuo, solo apretando los labios uno contra otro, "un pico" lo llamaríamos aquí,

y desde ese dia... jugar a las escondidas era lo mismo, nos escondiamos juntos y nos "besabamos", más comillas que besos.

Crecimos, los 3 hermanos dormíamos en el mismo cuarto, las chicas compartían cama, y él solo.

Me levantaba a las 2am para hablar, para que me pasara a su cama y contarme acerca de su dia, de las chicas que ya empezaban a llamarle la atención, de la música nueva que escuchaba, de los toques a los que ya comenzaba a ir; yo ya con 13 y él un poco mayor.

Incluso una vez... hablamos de que... llegado el tiempo perderíamos la virginidad juntos.

Crecimos más, yo ya 15, él un poco mayor.

Era mi dia de cumpleaños, nuestros padres ya estaban separados, no éramos ya hermanastros, ya no eras prohibido.

Esa noche celebramos en su casa, su cuarto y el de su hermana ya estaban separados,

y como las niñas duermen juntas... dormí en el cuarto de ella,

no sin antes, como de costumbre, a las 2am, sentir como me tocabas el rostro,

y me despertabas para ir a la sala, a hablar.

Hablar de que ya no nos veíamos, de que ya no estábamos, de que ya no éramos, y sin besos, porque seguramente para esta edad, nuestros "besos" ya no tendrían comillas.

Volví a mi cama, tú a la tuya.

En la mañana, me levante a bañarme, mi padre no estaba,

vendría a recogerme pronto,

su madre no estaba, su hermana tampoco,

Entraste en el cuarto cuando solo vestía una toalla, tu tambien, solo llevabas tu toalla, ibas camino al baño,

toda nuestra historia me recorrió el cuerpo cuando te acercaste y me abrazaste,

pensé en esa conversación acerca de... "perder la virginidad"

Me miraste los ojos, me besaste la frente, dijiste: "Ya vuelvo".

Antes de irte grabe el tacto de tu piel cálida, el choque con la mía... fría y fresca por el baño,

Solo asentí y te deje ir. Te deje ir... porque tuve miedo siempre,

de ser encontrada en este juego de escondidas, en donde ya nadie nos buscaba.

Dejaste el cuarto,

Me vestí,

Mi padre llegó, y tuve que irme,

Pude haberlo hecho esperar, pude ir a la puerta del baño y decir "adiós"

Pude escribirte despues,

pero solo me fui, ya me habían encontrado.

Nunca nos encontraban juntos, pero separados ya la vida nos había pillado.

Desde entonces no se más de él,

no sé cómo está,

qué hace,

o qué pasa ahora en su vida.

Supongo que ya nos escondemos el uno del otro,

o entramos en un juego distinto, distante y disonante.

Sea como fuera , es esta la experiencia que mi mente comenzó a cargar como símbolo de aventura y de... "algo más". Muy chicos para entender que no éramos amigos, pero lo sabíamos; muy chicos para entender que no eramos hermanos, pero lo "éramos"; muy chicos para pensar en el amor, pero... ese juego ingenuo... sabíamos que era algo más espeso que ... nosotros.

Gracias tú por llenar de comillas mi infancia, de aventuras mis amores y de refugios mis miedos. Gracias.