¿Cómo es posible resignificar la memoria desde el objeto?
Para comenzar he de dar claridad sobre el objeto de estudio, la memoria es el tema que nos alude y su vínculo con los objetos que generan dicho recuerdo, notándose aquí una relación circular entre objeto-recuerdo y memoria. Este tema se explora desde la psicología, la filosofía, la mismidad, la otredad y posteriormente el resultado de esta investigación será evaluado en un ámbito social.
Palabras claves:
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Realidad
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Tiempo
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Objeto
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Resignificar
Entendamos entonces “objeto” como la marca física y palpable que se deja o se elige para contener un recuerdo, sea este: cosas, obras, escritos, cicatrices, manchas, arrugas, humedad, grietas; entre otros.
También debemos analizar el término “resignificar” no como un cambio progresivo, sino como un cambio radical sobre un concepto, un significado deja de ser para volverse otro; lo que podría ser: un cambio de mentalidad, un descubrimiento de algo nuevo que genere un nuevo significado, un plot-twist.
Prólogo:
La memoria es definida como “la Facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado.” Los términos “retener” y “recordar” dados en la anterior definición se refieren a dos fenómenos claros que se dan en la memoria: el de recordar, o volver atrás en el tiempo, y el de retener o dejar rastro de un suceso. En esta investigación apuntaremos a la memoria no solo como una cadena hacia al pasado sino como la prueba de la existencia, y todos los “objetos”, de los que hablamos anteriormente, serán entonces las pruebas de nuestra propia existencia a través del recuerdo.
Teniendo en cuenta esto, esta investigación propone el cambio de un objeto para la resignificación de la memoria, siendo la memoria la prueba de algún suceso, esto quiere decir modificar, transformar, alterar o cambiar la prueba de un suceso para así cambiar el recuerdo que hay sobre este, o al menos, la intencionalidad de ese recuerdo.
Capítulo I: Sobre la transformación de la memoria
Existen algunos sucesos en nuestra historia que nos marcan de una manera dolorosa, frustrante, traumática y nos condenan a una parte de nuestro pasado, devolviéndonos una y otra vez sobre un mismo evento; este proceso busca entonces la transmutación de esos sentimientos, para cambiar la forma en la que “vemos el recuerdo” y llevamos nuestra historia. La memoria no es un fenómeno estático, está en constante cambio y es afectado por los eventos futuros o presentes, por lo tanto depende del tiempo para mantenerse o transformarse. En otras palabras, la memoria son esas sucesiones de eventos, elegidos a voluntad, que describen nuestra historia; por esto, está en nuestra voluntad también cambiarlos.
Y es aquí donde nos enfrentamos a los siguientes interrogantes: ¿Cómo es posible cambiar la memoria? y ¿De esta forma no estamos dañando o alterando nuestra historia? Es en este punto en donde vale aclarar que esta investigación no busca atacar la historia personal de cada cual, busca la reinterpretación de esos sucesos que queremos cambiar, para que sean más llevaderos, sin destruir el recuerdo.
Para que haya una transformación en la memoria, se necesitan entonces los siguientes componentes:
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Ausencia
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Catarsis
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Aceptación
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Tiempo
Desglosamos entonces cada parte de este proceso:
A pesar de ser nuestros recuerdos elecciones propias, y nuestra elección modificarlos o no, debe existir un agente externo, sorpresa, que altera ese recuerdo, y por consiguiente, altera nuestra historia sin darnos previo aviso; por ejemplo: Una muerte inesperada, el descubrimiento de información nueva, una traición, entre otros.
“Experimentar una tremenda revelación sobre el pasado, sintiendo la obligación de reinterpretar radicalmente la imagen que uno se hacía de sus allegados y de sí mismo, es una situación peligrosa que puede hacerse insoportable y que será rechazada con vehemencia.” (Todorov, 1995)
Estos sucesos son la llave a este proceso:
AUSENCIA:
En este punto nos referimos a ‘la falta de...” o “el vacío de....” el recuerdo tal cual como lo conocíamos. En el caso de una traición es la ausencia de esos recuerdos que ahora son carentes de verdad; o en el caso de una muerte inesperada es la ausencia de una vida que aún vive en nuestra memoria. Este factor externo es el que permite la ausencia del recuerdo mismo, nos hace pensar que el recuerdo ya no es lo que era, lo modifica, y nuestra intención sobre el, se modifica también. Es la ausencia entonces la que permite o genera la intención del cambio.
CATARSIS:
De la mano de la ausencia vienen sentimientos que no aceptamos como propios, aceptar que algo que pensábamos que era, ya no es, o que algo ya no está, se vuelve ajeno a nuestra vida; ya que esa era la vida que conocíamos. La catarsis es ese huracán que arrasa con la vida que conocíamos, como la conocíamos, y permite que el cambio actúe. En otras palabras, la catarsis es la liberación de la ausencia.
Es en esta parte en donde se decide el proceso de cambio, destructivo o autodestructivo (que analizaremos en el siguiente capítulo), y es aquí donde el “objeto” juega un papel fundamental, ya que si el objeto que se liga a la memoria cambia, será el sustento visual de ese cambio.
ACEPTACIÓN:
La catarsis trae consigo paz y ansiedad, una sensación de bienestar, pero con un trasfondo inquietante; ya se ha tomado aquí la decisión del cambio, y esta parte no es más que la aceptación de esa decisión. Evidentemente no es fácil aceptar que lo que se vivió ya no es más y es aquí donde aparece un nuevo objeto-recuerdo, ruinas del recuerdo anterior, que nos, valga la redundancia, recuerda que lo era ya no es.
TIEMPO:
Como se dijo anteriormente es el tiempo el factor que influencia la memoria. La aceptación necesita tiempo, y el tiempo será el objeto de transición que ayude a este proceso.
Capítulo II: Procesos
Todorov en “Los abusos de la memoria” nos propone dos procesos claves, contrarios y marcados: La supresión y la sobreabundancia de información. En esta investigación los llamaremos como fenómeno Destructivo y Autodestructivo, respectivamente, y trataremos de entender y aplicar estos procesos en forma personal y no con la perspectiva global que usa Todorov.
DESTRUCTIVO:
“En primer lugar hay que recordar algo evidente: que la memoria no se opone en absoluto al olvido. Los dos términos para contrastar son la supresión (el olvido) y la conservación; la memoria es, en todo momento y necesariamente, una interacción de ambos. El restablecimiento integral del pasado es algo por supuesto imposible (pero que Borges imaginó en su historia de Funes el memorioso) y, por otra parte, espantoso; la memoria, como tal, es forzosamente una selección: algunos rasgos del suceso serán conservados, otros inmediata o progresivamente marginados, y luego olvidados.” - (Todorov, 1995).
Todorov explica que el método de la supresión ha sido usado a lo largo de la historia para “suprimir” sucesos de los cuales es más fácil “no hablar”, condenandolos al olvido, mintiendo sobre ellos, ocultando la verdad sobre el suceso y por consiguiente, creyendo mentiras. Es por ello mismo que he decidido llamar a este proceso: Destructivo, porque eso hace, destruir nuestra memoria.
El proceso destructivo está fuertemente ligado a la idea de las “ruinas”. Genera la destrucción de mi propia historia, la modificación de mis conceptos y la demolición de aquello que una vez fue construido; no importa que tan arduo sea este proceso, siempre quedarán rastros de la historia que una vez hubo escrita, ruinas con las cuales o sobre las cuales construiremos la nueva historia.
Es en este proceso en donde el “objeto” se ve en riesgo. Es aquí donde el objeto sufre modificaciones, donde lo que es VISUALMENTE deja de ser, y es esa ayuda visual la que permite la aceptación del cambio. Es aquí en donde la intervención del objeto permite reescribir sobre él, permite una reconceptualización y una resignificación, y por consiguiente, al haber un cambio, hay un aprendizaje.
En consecuencia este proceso evoca Nostalgia, que en su definición es ese sentimiento que nos remite a la ausencia, al pasado, y sabemos que recordamos algo que ya pasó, que ya no existe, que ya no es; que recuerda al vacío.
Este procedimiento:
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Es referente a Las Ruinas
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Alude al vacío
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Hace visible la ausencia
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El caos
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La supresión
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Está ligado fuertemente al olvido
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Genera nostalgia
En este caso el objeto:
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Se hace ruinas
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Cambia
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Muta
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Es víctima de la catarsis
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Y es olvidado
AUTODESTRUCTIVO:
“Arrojados a un consumo cada vez más rápido de información, nos inclinaríamos a prescindir de ésta de manera no menos acelerada; separados de nuestras tradiciones, embrutecidos por las exigencias de una sociedad del ocio y desprovistos de curiosidad espiritual así como de familiaridad con las grandes obras del pasado, estaríamos condenados a festejar alegremente el olvido y a contentarnos con los vanos placeres del instante.” - (Todorov, 1995).
El caso de la sobreabundancia de información es sencillo de entender en estos tiempos modernos, hace alusión al hecho de tener tanta información a disposición, que realmente no prestamos atención a nada en concreto. Aplicándolo a este caso, el fenómeno autodestructivo, es ese en el que el sujeto trata de eliminar o ignorar sus recuerdos saturandose con más experiencias, como si estuviera evitando emociones usando unas ‘más fuertes’ con las cuales pueda enterrar lo que desea transformar. Aunque este proceso es “menos agresivo” es autodestructivo ya que, en el afán de buscar nuevos momentos con los cuales llenarse, el sujeto pierde la habilidad de crear, o escoger, nuevas memorias; de esta forma, su memoria en si, se vuelve solo eso, una acumulaión de información sin sentidos.
Al contrario del destructivo este proceso alude a la conservación y el entierro, muy parecido a la muerte de un ser querido, en donde mantenemos sus objetos intactos y conservamos el cuerpo lo más fiel que podamos antes de enterrarlo. En este caso los objetos que se ligan a la memoria son conservados en lugares escondidos, pero intactos, La resignificación viene con la ausencia física del objeto, y estos objetos son enterrados con nuevas memorias.
Es por este detalle que este proceso genera Añoralgia, este sentimiento mezcla de añoranza y nostalgia, es decir que no solamente es el sentimiento de ausencia de ese pasado, sino una añoranza porque ese pasado regrese, porque ese suceso sea presente nuevamente. Cuando el sujeto se reencuentra con esos objetos intactos, desea revivir esa memoria, desea traer el pasado a su presente, verdaderamente volver a vivirlo.
Este procedimiento:
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Es referente a la sobreinformación
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Alude al verbo cubrir, esconder.
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No destruye
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No genera nuevos recuerdos
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No genera aprendizaje
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Está ligado a la represión
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Produce Añoralgia
En este caso el objeto:
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Es conservado
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Guardado
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Archivado
Capítulo III: Conclusiones
En esta investigación podemos evidenciar:
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La posibilidad de cambiar la memoria, abstrayendo del recuerdo aquella idea que nos aporta.
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Si estas memorias están ligadas a objetos, el cambio del mismo objeto nos recordará el cambio de la memoria.
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El solo cambio del objeto ya nos produce una sensación de transmutación, pero es necesario la necesidad de cambio, valga la redundancia.
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Los procesos destructivos y autodestructivos nos comunican no solo dos formas de cambio, sino que evidencian el mismo paso del tiempo. El autodestructivo es un fenómeno contemporáneo que sin lugar a duda no solo daña la idea de cambio sino la misma idea de memoria, para este fenómeno no existe selección de memoria, no existe objeto recuerdo, y no existe la idea de crear para recordar. Por el contrario el destructivo alude a la idea de recordar y olvidar, es un proceso de empuja y presiona el paso del tiempo para que el olvido llegue pronto, dejando huella de la ausencia, que evoca el vacío de algo que allí estuvo.
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Atreviendome a juzgar prefiero la idea de una sociedad que se enfrenta a su recuerdo, lo abstrae y lo olvida. Que una sociedad que no puede crear recuerdos.